ROSANA HERNÁNDEZ PASQUIER*
Diríjase al huerto,
corte cuidadosamente
unos brotes de albahaca blanca.
En un mortero,
pise ajos, pimienta negra,
sal, mantequilla y la albahaca
hasta hacer una pasta
olorosa a mercado.
Retire la piel a su pollo,
observe la extraña belleza de su carne;
suave, tierna, rosada;
rosado crepúsculo de abril.
Unja toda la carne,
únjala por favor,
perfúmela toda.
Recuerde para esto
las artes amatorias de Ovidio.
Encienda el horno
y no permita que el fuego
y el calor
le distraigan.
* Poeta, editora y publicista venezolana.
Tenía mucho tiempo sin visitarte y me encuentro con esta sorpresa.
ResponderEliminarLeí este poema en alguna oportunidad y me pareció maravilloso, pero no vi el nombre de la autora, en ese momento, por lo que no lo pude conseguir después; y me lo vengo a conseguir aquí.
Muchas gracias por compartir este texto.
Hola Nyna, me alegra haber contribuido a este hallazgo. Abrazo.
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